Y Pau con Jordi.

Suena Only time de Enya para todos antes de ir a dormir. Dos más dos más dos son seis.  Lidia y Carles. Los dos hijos de Lidia y los dos hijos de Carles. Dos hijos de siete años y dos hijos de diez. Casualidades. Coincidencias. Dos niñas y dos niños. En el Girona de todas las semanas. Y todos compartiendo los días de vacaciones de Semana Santa. En Girona. Gestionando las comidas en el salón y las duchas y las salidas y las entradas y los usos del retrete. En tiempos de normalidad, rutina, aburrimiento, conflicto, convivencia en un piso de 70 metros cuadrados. En tiempos de precariedad económica que obliga a controlar al detalle los ingresos y los gastos. Los primeros cuatro días de convivencia de los seis porque la de Lidia y Carles es una nueva relación de once meses. Primero fue un día, después dos, luego tres y ahora cuatro. Para dormir tres habitaciones. La de los siete, la de los diez y la nuestra. Para no limitar la intimidad cerradura con llave en nuestra habitación desde el primer asentamiento. Lo fácil es jugar. Lo difícil es gestionar seis vidas en un salón pequeño, una cocina pequeña y un pequeño baño con plato de ducha. Las exparejas de Lidia y  Carles disfrutan también estos días. Sara con su amiga Laura en Zaragoza. Pau con su amigo Jordi en Pamplona.