Irene Adaja.

Irene Adaja.

Foto: Antonio Olza¡Oye! Once de los 204 personajes de estas historias han empezado el día hoy bajo las malas influencias del  «Quiere bailar» y The right ons. Ponte las pilas y déjate de ñoñerías, filigranas y concatenaciones oscuras. ¡Vale la pena! ¡Esta ciudad quiere bailar! Se que es muy pronto para cantarte ¡Todo puede ser! ¡Esta noche todo puede ser! Se que aun es pronto para consejerías de cabaret pero para mi son ya  las 6 y 54 de la mañana y  ya llevo un rato enchufada a los auriculares escuchando el «Quiere bailar»  corriendo por las calles de Pamplona. Ya me he cruzado con Victor y Minerva. Jordi y Pau duermen en la habitación del hotel Yoldi. Yo ya en las calles. Sabores, enfoque y música fina. ¡Todo puede ser!  ¡Todo puede ser! Te adelanto que si no estas satisfecho no hay ventanilla ni libro de reclamaciones para tus desahogos. Joseba sigue durmiendo en nuestra habitación de la calle Cataluña. Hoy no le quedan pocos minutos para que le suene el despertador. Hoy no nos cruzaremos con prisas en el baño de las duchas. Son vacaciones. Y cuando oigamos el golpe en la puerta del vecino hoy no toca despertar a los niños porque son vacaciones y no hay cole. Hasta entonces yo me hago las calles que me centran y me llevan al centro. Plaza del Castillo. Plaza de la Paz. Plaza Príncipe de Viana. Plaza Blanca de Navarra. Plaza Conde de Rodezno.