El placer de inventar vidas.

Santander 24 de setiembre. Me llamo Mikel Hirie y escribo estas líneas influenciado por ella  a la que llamaré “mujer 424”. La que “no” pincha “me gusta” a mis publicaciones para que las autoridades digitales no sepan de ella. Porque cree que una alianza mundial de vigilantes en  faceboook y youtube consorcidas con la CIA, y las tarjetas VISA, supermercados Mercadona, Eroski, Dia  y Movistar y whatsapp…registran todos sus movimientos. A lo que vamos, que nos encontramos en la libreria el interruptor, tomamos un zumo Ace en el Trasmiera y otro en el Anderu. Y me criticó las historias. A lo que vamos, tema central de esta historia de 200 palabras: “La mujer 424 criticó mis historias”. Esta es la idea, “la chicha”, de esta historia hiperbreve. Y hoy no pondré calles porque a ti te aburre y te lía. La banda sonora me la encontré comprando unos calzoncillos en el Springfield de la calle Calvo Sotelo: “Cold cold man” de Saint motel. Me compré tres y no eran mis planes pero en estas tiendas pìnchan músicas que estimulan la líbido y la neuroconsumozona. Sra. 424 ¿Ves que todas las publicaciones incluyen algún temita opinativo “sin soltar la chapa”? Ya fueron dos. Aprovecho la ocasión que me brindan las circunstancias para comentar, solo comentar, y no sólo a ti “tipa 424” algunas “cosicas”. Que las canciones están vinculadas a las historias. Que las historias retratan momentos emocionales. Que las historias recogen algunas micropiezas “basadas en hechos reales”, diminutos retales. Que me importa “un bledo” que falten comas o acentos. Que es todo un placer conectar personajes inventados, lugares, cafés, ¡y bandas sonoras! …”aunque parezca idiota”. Que yo escribo y estoy en las historias pero no soy las historias. ¡Este no es mi sicodrama! ¡No sabrás de mi por ellas! Aprovecho la ocasión que me brindan las circunstancias para comentar que hasta octubre estaré en Santander. Octubre lo hare en Barcelona. Mila bien. Viene mañana desde Ávila.